Los Goyas confirman lo que ya sabíamos...
...que no es otra cosa que el lamentable estado del cine español. Es todo un drama (literalmente, porque aquí por lo que se ve no hay otro género de cine). Ya escribí en su día una entrada acerca de la influencia de los otros y su capacidad de eclipsar a nuestro cine en el más bochornoso complejo de inferioridad. Pero es hora de cebarse a fondo una vez más.
- La película ganadora, La vida secreta de las palabras, aunque de producción española (bueno... española y británica) recurre a un elenco de actores anglófonos, y sale Javier Cámara para disimular. Isabel Coixet ¿es aficionada a no confiar en actores españoles? Descarto por cierto hacer lo mismo que algunos, que es polemizar sobre la condición de catalana de la realizadora. Según tengo entendido, al ser catalana es española, aunque sea por papeles, pero si me equivoco decídmelo.
- Seamos sinceros... ¿eran conocidas por el gran público la mitad de las películas nominadas? ¿las ha visto alguien? Comparando la cartelera de esta edición con la del año pasado, me da a mi que nuestro cine ha dado pasos atrás en cuanto a conexión con los espectadores. Es normal. No se acaban de dar cuenta de que la gente va al cine para entretenerse, no para tragarse un reality show que muestre lo mismo que la calle sin más alicientes, y casi sin profundidad de guión. Será la fobia a la acción y los efectos especiales, o al desarrollo de los guiones, que todo eso es cosa pecaminosa y proselitista de los otros.
- El activismo político del sector progre del cine español desapareció sorprendentemente, aunque mejor así. No digo que no hubiera motivos para protestar el año pasado, pero este año hay otros pocos motivos sobre la mesa. Pero claro, cambio de partido en el gobierno, ahora está su partido, ahora todo va bien, y se siguen gastando sus abundantes subvenciones en hacer cine que no nos interesa.
- La ceremonia, un tostón de campeonato. ¿De verdad alguien puede aguantar cinco horas de eso? Comprendo que los nuestros se quieran alejar como de la mierda de la parafernalia que muestran los otros en la entrega de los Oscars, pero una cosa es ser discreto, y otra es ser plomo puro. Tampoco pasa nada por poner algún monólogo de Quique San Francisco o Agustín Jiménez entre premio y premio, quizás de esa manera no pareciera un típico programa de TVE.
- El traje de la ministra de incultura ha merecido torrentes de tinta y voz por todas partes, pero... aparte de ser lo más entretenido de la gala, ¿no tiene nadie más la sensación de que fue más bien un desvío político de atención? "Si hablan de mi traje, no hablarán de mi gestión de la incultura".
- Sobre nuestros actores y actrices, o actrices y actores, pues nada, lo de siempre. Que tienen una media excepcional y nuestro cine tal como está ahora les viene demasiado pequeño, y lo salvan del desastre total. Eso sí, cuando se van algunos (pocos) a trabajar para los otros, como Penélope Cruz o Antonio Banderas, todos a aplaudir con las orejas. Eso que cabría ver como traición se convierte mágicamente en significado de gran éxito y profesionalidad.
Y por favor: para el año que viene pido un Goya, aunque sea honorífico, para Álex de la Iglesia, el único cineasta de los nuestros que parece saber a medias lo que es hacer cine entretenido y para todos los públicos, sin abusar de efectos (son demasiado caros y a la academia no le gustan) y sin caer en la chabacanería (como el amiguete Santiago Segura). Y más producción privada y no subvencionada no vendría mal. Es hora de asumir, como dice el profesor Jorge Castro en Tesis, que el cine es un negocio y hay que darle al público lo que pide. Vender cine de autor y pretender que rompa la caja es un delirio. Para dormir al público sigue siendo mejor el cloroformo.
Sonando ahora mismo: St. Germain - Rose Rouge
[Enviado por Anónimo] [31 enero, 2006 10:37]
Y genial la música de Saint-Germain. ¿para cuándo músicos así en España?
[Enviado por Anónimo] [31 enero, 2006 15:35]
[Enviado por Anónimo] [31 enero, 2006 23:05]
Parece que aquí escribes más y se te ve mejor, que para mí es lo que cuenta.
[Enviado por Villaykorte] [01 febrero, 2006 23:26]
Lo de las subvenciones es un mito, no sé si ves muchas películas españolas, pero en casi ninguna sale ya en los créditos el fatídico "con la colaboración del Ministerio de Cultura" (nada más verlo pensaba: estoy pagando dos veces), ahora ha sido sustituido por cadenas televisivas y fundaciones bancarias; ahora cada vez que veo el logo de una fundación pienso: que bien, estoy pagando los impuestos que no pagan los dueños de esta fundación.
El gran problema del cine español es que parte de la producción, gran parte de la distribución y otro tanto de la exhibición está en las mismas manos y así no se llega a ninguna parte.
Yo me dejaría de subvenciones y pondría restricciones al cine no europeo (sólo por joder, es lo mismo que hacen en USA con las pelis de aquí.
Finalizo que me estoy pasando, El cine en general se está ahogando en sus propios vómitos y la culpa es de frases como "el cine es un negocio"(el cine de Los Otros bajó considerablemente en 2005) si en realidad fuese así acabarías de Torrentes y similares hasta los mismísimos. O directamente iríamos al cine a ver "aquí hay tomate con salsa rosa"
[Enviado por Anónimo] [01 julio, 2008 13:09]
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