El conspicuo audioprotestante Morgan

Siempre me ha hecho gracia este tipo. David Beckham®, un inglés muy atractivo, va a pasar a la historia como el producto comercial con patas mejor pagado jamás. Donde no va a pasar a la historia, porque su pasta les ha costado aunque el doble les ha generado en venta de camisetas, es en el Real Madrid™. Jamás una fuente atípica y casi ilimitada de ingresos había conseguido perfeccionar tanto un disfraz de futbolista.

Pero en el club ya andaban preocupados de que les costara tanto dinero (que ingresaban después por duplicado o más, insisto) alguien que no jugaba lo suficientemente bien. Bueno, eso la verdad es que se puede aplicar a varios futbolistas más de esa plantilla, pero Becks® es el ejemplo más llamativo. Alguien que se ha marcado más sesiones fotográficas que goles, quizás no sea exactamente un deportista de élite, quizás. Y aquí ya empieza a cantar un poco su rollo metrosexual™ y su fama venida de la nada (futbolísticamente hablando no se ha justificado fuera de Inglaterra, desde luego). Los medios españoles muestran más apetencias por los toreros (Beckham® no tiene hechuras), las folklóricas (Las Spice Girls™ de Victoria no hacían precisamente canción ligera, casi se puede decir que no hacían ni música) y los ex-concursantes de diversos engendros, y Beckham® no ha salido de ninguno.

Y como además a su señora esposa, la ex-muñeca cantarina Lady Victoria Adams de Beckham®, Madrid™ no le parece un lugar lo suficientemente glamuroso tan lleno como está de gente sencilla y normal, ha convencido a su santo marido para que acepte una justa oferta del Los Angeles Galaxy™, un club cualquiera de fútbol, y allí se van a ir este verano. Quizás Beckham® sí sea estrella en esa galaxia, o quizás no teniendo en cuenta que allí el viejo soccer™ europeo no es el deporte favorito de casi nadie, a pesar del mundial FIFA™ de 1994. El caso es que el rentable matrimonio Beckham® tendrá allí su gran oportunidad: él, podrá destacar como futbolista galáctico™ (por contraste, más que nada) gracias al bajo nivel de la liga usamericana donde participará, ayudando (o no) a la popularización de dicho deporte allí, y ella podrá irse de compras con Jennifer Lopez™ en Beverly Hills™, y quién sabe (o quién lo verá) si convertirse en una actriz de renombre, en el mismísimo meollo de los otros que hacen cine que le quita audiencia al intachable cine español: el pérfido y destructor Hollywood™.

Y si todo va mal, no cuajan en la caprichosa sociedad norteamericana y se les va la mano con la pasta, siempre podrán subastar en una gala benéfica (benéfica para ellos) las tarjetas policiales donde inscriban las diez huellas digitales a la entrada del país. Los príncipes y princesas de cuento hechos carne, como los Beckham®, tienen salida para todo.

Sonando ahora mismo: Pet Shop Boys - Flamboyant

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