Más sobre el escandalazo
Bueno, ya han pasado una serie de días y este complejo asunto de los sellos parece que algo, aunque sea un poco, se va desenredando. Un poco solamente, pues aunque los medios hayan intentado dejar la cosa clara desde el primer minuto y el juicio hecho de antemano, algunos tenemos el suficiente escepticismo como para seguir viéndolo todo confuso. Y acerca de que los medios se han pasado tres pueblos en el tratamiento del tema, sin medir las consecuencias que han provocado con la alarma social, sigo estando convencido.
Sin embargo, no lo estoy ya tanto de la versión de los hechos que di yo. En este momento, nadie está capacitado para defender la inocencia de los directivos de las empresas. La investigación no pinta nada bien para ellos. Sin embargo, los implicados se han llevado por delante, no lo olvidemos, no sólo a los clientes, sino a los empleados de las compañías, unos empleados que además de haber sido presuntamente engañados como el resto de los clientes, de hecho más de la mitad de ellos eran a la vez clientes, van a ver su puesto de trabajo hundido junto con su compañía. Así son las cosas, no hay empleo seguro, como no hay tampoco empresa que te garantice que te vas a jubilar allí. Y lo peor: tener de ahora en adelante esa mancha en el CV... me imagino en futuras entrevistas de trabajo un diálogo del tipo "Yo fui comercial de Afinsa" "Ah sí, pues aquí no hay trabajo para estafadores, fuera de aquí". Con otras palabras, pero por el estilo.
Me consta, por lo que ya dije de tener a alguien muy cercano metido en Afinsa, que allí dentro se hacía con los empleados la motivación a la americana. Es decir: la compañía es tu dios, la compañía lo es todo para tí, el quiero y puedo, la instalación del fanatismo. Se está viendo ahora, ves a los empleados, entre ellos esta persona cercana, dando la versión de los hechos al unísono, defendiendo como guardia pretoriana a sus césares. Eso está condenado a cambiar, pero aún durará, porque hay que comprender lo duro que debe ser que se les caiga el mito, como digo alimentado a la americana, ante sus narices, y aceptar la realidad del negocio donde estaban embarcados creyendo, como así parecía y técnicamente fue siempre a los ojos de las auditorías externas, que contribuían a un negocio legal y legítimo. Los empleados que han salido en los medios pidiendo tranquilidad, dando por hecha la inocencia de sus capitanes y la garantía de respuesta ante las inversiones, aunque aún no lo saben o no quieren reconocerlo, son víctimas también de esa traición a la confianza que tenían en los superiores que les inspiraron tanto. Un sentimiento, el de la confianza, que era el mayor capital de estas compañías, su materia prima, y de hecho, la mercancía real que vendían.
Por último ya, aunque algunas cosas queden ya medio claras, o tengan ya el futuro marcado y adelantado, hay cosas que siguen sin encajarme. Dejar vivas a dos compañías que operaban en la alegalidad (nunca su actividad fue meramente ilegal) durante tantos años y no haber visto antes que ese modelo de negocio sólo se sostenía artificialmente, sin respaldo ni referencias legales y sobre todo de manera paralela a la la inversión en banca (que efectivamente, no tenía participación ninguna en sus maniobras comerciales disfrazadas de inversiones), me parece realmente raro. Ahora se empieza a saber la verdad, la verdad de una actividad empresarial legalmente inconcebible, pero era la misma cuando empezaron a operar las compañías, hace ya 25 años. ¿Nadie se quería dar cuenta hasta ahora? ¿O estaba todo calculado?
* Gracias Villaykorte y Dayuri por esos necesarios puntos de vista contrapuestos al mío. Al fin y al cabo, si los medios dieron una opinión precoz, yo también sentí que podía hacerlo. Hice tan mal como ellos. Y lo que ya no puedo sostener, lo rectifico.
Sonando ahora mismo: Supertramp - School
Sin embargo, no lo estoy ya tanto de la versión de los hechos que di yo. En este momento, nadie está capacitado para defender la inocencia de los directivos de las empresas. La investigación no pinta nada bien para ellos. Sin embargo, los implicados se han llevado por delante, no lo olvidemos, no sólo a los clientes, sino a los empleados de las compañías, unos empleados que además de haber sido presuntamente engañados como el resto de los clientes, de hecho más de la mitad de ellos eran a la vez clientes, van a ver su puesto de trabajo hundido junto con su compañía. Así son las cosas, no hay empleo seguro, como no hay tampoco empresa que te garantice que te vas a jubilar allí. Y lo peor: tener de ahora en adelante esa mancha en el CV... me imagino en futuras entrevistas de trabajo un diálogo del tipo "Yo fui comercial de Afinsa" "Ah sí, pues aquí no hay trabajo para estafadores, fuera de aquí". Con otras palabras, pero por el estilo.
Me consta, por lo que ya dije de tener a alguien muy cercano metido en Afinsa, que allí dentro se hacía con los empleados la motivación a la americana. Es decir: la compañía es tu dios, la compañía lo es todo para tí, el quiero y puedo, la instalación del fanatismo. Se está viendo ahora, ves a los empleados, entre ellos esta persona cercana, dando la versión de los hechos al unísono, defendiendo como guardia pretoriana a sus césares. Eso está condenado a cambiar, pero aún durará, porque hay que comprender lo duro que debe ser que se les caiga el mito, como digo alimentado a la americana, ante sus narices, y aceptar la realidad del negocio donde estaban embarcados creyendo, como así parecía y técnicamente fue siempre a los ojos de las auditorías externas, que contribuían a un negocio legal y legítimo. Los empleados que han salido en los medios pidiendo tranquilidad, dando por hecha la inocencia de sus capitanes y la garantía de respuesta ante las inversiones, aunque aún no lo saben o no quieren reconocerlo, son víctimas también de esa traición a la confianza que tenían en los superiores que les inspiraron tanto. Un sentimiento, el de la confianza, que era el mayor capital de estas compañías, su materia prima, y de hecho, la mercancía real que vendían.
Por último ya, aunque algunas cosas queden ya medio claras, o tengan ya el futuro marcado y adelantado, hay cosas que siguen sin encajarme. Dejar vivas a dos compañías que operaban en la alegalidad (nunca su actividad fue meramente ilegal) durante tantos años y no haber visto antes que ese modelo de negocio sólo se sostenía artificialmente, sin respaldo ni referencias legales y sobre todo de manera paralela a la la inversión en banca (que efectivamente, no tenía participación ninguna en sus maniobras comerciales disfrazadas de inversiones), me parece realmente raro. Ahora se empieza a saber la verdad, la verdad de una actividad empresarial legalmente inconcebible, pero era la misma cuando empezaron a operar las compañías, hace ya 25 años. ¿Nadie se quería dar cuenta hasta ahora? ¿O estaba todo calculado?
* Gracias Villaykorte y Dayuri por esos necesarios puntos de vista contrapuestos al mío. Al fin y al cabo, si los medios dieron una opinión precoz, yo también sentí que podía hacerlo. Hice tan mal como ellos. Y lo que ya no puedo sostener, lo rectifico.
Sonando ahora mismo: Supertramp - School
Etiquetas: proselitismo y demagogia
[Enviado por Villaykorte] [24 mayo, 2006 23:34]
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